Jesús nombra a María como madre en su familia de discípulos

Publicado: February 12, 2011

Este es el 11º artículo de una serie de trece

Por Clifford M. Yeary
Director Asociado, Estudio Bíblico de Little Rock

Los evangelios lo dejan claro. No hay duda de que Jesús venía de una familia bastante grande. La lista más larga de los miembros de su familia se encuentra en Mateo 13, 54-56. “Llegó a su pueblo de origen y enseñaba en la sinagoga. La gente estaba maravillada y decía, ´¿De dónde saca este hombre tal sabiduría y hazañas? ¿Acaso no es el hijo del carpintero? ¿No es María su madre y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No están sus hermanas entre nosotros?´”

Escuchar la Buena NuevaLos católicos y los ortodoxos de rito griego siempre han creído que María, la madre de Jesús, permaneció virgen durante toda su vida y así que el descubrir que todos los evangelios mencionan que Jesús tenía hermanos puede ser una fuente de sorpresa (Lucas y Juan nunca se refieren a ninguna hermana de Jesús).

Es significativo que la tradición de la virginidad perpetua de María nunca se viera como un conflicto con la Escritura en la iglesia primitiva, aunque había dos tradiciones muy distintas para explicar la naturaleza de la relación de Jesús y María con los que se identifican como sus hermanos y hermanas.

En la iglesia griega, (la ortodoxa) a menudo se argumentaba que José era viudo cuando se comprometió con María y que tenía hijos de su esposa anterior. En sentido legal, esto convertiría a esos hijos en los medio hermanos y hermanas de Jesús.

En la iglesia latina, los llamados hermanos y hermanas de Jesús se entendía que eran de hecho sus primos. Se dice que era algo común en la cultura judía del tiempo referirse a un primo como hermano o hermano. Tampoco es extraño hoy día en culturas con una estructura patriarcal o de clan fuerte.

Aunque el asunto de los hermanos de Jesús a menudo es a menudo una preocupación de los católicos que acaban de descubrir las referencias en la Biblia, el mensaje más valioso que podemos sacar de los pasajes que se refieren a la familia inmediata de María y Jesús es el de una llamada personal al discipulado.

Cuando alguno de los evangelios caracterizan la relación de Jesús con sus amigos, reflejan un mensaje común que se refiere a la importancia primordial del discipulado. Mateo y Marcos son los más cercanos en su tratamiento de la familia de Jesús.

Ambos, Mateo (12, 46-50) y Marcos (3, 31-35) informan de un incidente en que Jesús está hablando dentro de una casa a un grupo cuando su familia viene a buscarle, pero no pueden entrar a causa de la multitud. Cuando le dicen a Jesús que su madre y su familia lo llaman, él parece desligarse de su relación con ellos.

Según lo cuenta Marcos, Jesús dice, “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?” Y mirando a su alrededor, añadió: “Estos son mi madre y mis hermanos. Todo aquél que cumple la voluntad de Dios e mi hermano y mi hermana y mi madre”.
El mensaje, sin embargo, no es que Jesús haya rechazado a su familia; es que la relación más importante para él es la identificación espiritual. Quienes son obedientes a Dios son los hermanos y hermanas de Jesús.

Lucas también habla de este incidente (8, 19-21), pero Lucas en las narrativas de la infancia (1, 26—2, 52) ya había dedicado una cantidad significativa de su evangelio a María y a la respuesta obediente de todo lo que Dios le pide. La respuesta de María al anuncio del ángel de que dará a luz a un hijo que será el Hijo de Dios es de aceptación humilde. “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra” (1, 38).

María quizá no entendiera la conducta de Jesús más tarde. Cuando José y María regresan al templo después de darse cuenta de que el adolescente Jesús no está entre los compañeros peregrinos que regresan a Nazaret, queda claro que María no entiende por qué Jesús actúa como lo hace. Pero su respuesta es la de una discípula. María, nos dice Lucas, “guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lucas 2, 51).

En el evangelio de Juan María aparece en dos episodios claves. Está con Jesús al comienzo de su ministerio, en las bodas de Caná, y al pie de la cruz cuando muere (19, 25-27). Al pie de la cruz, inmediatamente antes de su muerte, Jesús entrega su madre a su discípulo más fiel para que los dos compartan una relación de madre e hijo. De nuevo, el mensaje parece claro. La familia de Jesús se compone de quienes de verdad son sus discípulos. Pero no por coincidencia, la madre de Jesús es nuestra madre en esta nueva familia.

Preguntas para la reflexión/discusión
  • ¿Cómo entienden los católicos la relación de María con aquellos a quienes se llama hermanos y hermanas en el Nuevo Testamento?
  • ¿Cómo presenta Lucas a María como sierva obediente de Dios?
  • ¿Son otras personas, más allá de tu familia inmediata, hermanos o hermanas para ti? ¿Qué es lo que creó esos lazos?
  • ¿Qué significado tiene María en nuestra propia comprensión del mensaje del evangelio?

 

Este artículo fue originalmente publicado en el Arkansas Catholic el 12 de febrero de 2011. Derechos de autor Diócesis de Little Rock. Todos los derechos son reservados. Este artículo podrá ser copiado o redistribuido con reconocimiento y permiso del editor.