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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: February 2, 2017
El Obispo Anthony B. Taylor grabó la siguiente homilía sobre la Campaña Católica de Arkansas a Compartir, la cual se escuchó en todas las Misas en Arkansas, el 4 y 5 de febrero, 2017.
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¿Saben por qué los colores de la bandera del Vaticano son blanco y amarillo? La respuesta que más me gusta es que como católicos debemos ser lo que Jesús nos llama a ser en el Evangelio de hoy: la sal de la tierra y la luz del mundo, de ahí el blanco — sal — y amarillo — luz.
La sal es una especie poderosa, así que aunque un grano de sal parezca muy pequeño, tiene un efecto poderoso al hacer que la comida tenga buen sabor. Además, la sal evita que la comida se eche a perder. Así también somos llamados a llevar la bondad a los demás y hacer todo lo posible para evitar el desecho — deterioro moral — en nuestras vidas y en la sociedad.
Y así como la luz desvanece la oscuridad, así también nosotros somos llamados a llevar la esperanza y la claridad, la verdad y la bondad a un mundo lleno de personas tropezando en la oscuridad.
Hoy los invito a ser la Sal y la Luz, a colaborar en la construcción del Reino de Dios. Lo hacemos unidos con Jesús como miembros de su cuerpo la Iglesia, de ahí nuestra Campaña Católica de Arkansas a Compartir, CASA.
En Viernes Santo los poderes de la oscuridad hicieron lo peor, pero en Domingo de Pascua Jesús resucitó victorioso, y a ustedes les ha sido ofrecida una parte en la salvación que Él ganó por nosotros quienes ahora formamos su cuerpo, la Iglesia. Y luego, Él nos envía adelante como Iglesia para ser la Sal y la Luz para los demás.
Hoy los invito a ser la Sal y la Luz, a colaborar en la construcción del Reino de Dios. Lo hacemos unidos con Jesús como miembros de su cuerpo la Iglesia, de ahí nuestra Campaña Católica de Arkansas a Compartir, CASA.
CASA ayuda con aquellas cosas que están más allá de la capacidad de nuestras parroquias individuales: vocaciones, Caridades Católicas, nuestros programas de formación en la fe, escuelas Católicas, ministerio Hispano, nuestro programa de formación diaconal, nuestro tribunal y muchas más.
Durante los últimos ocho años hemos utilizado los fondos de CASA para proveer un edificio para nuestras oficinas de Caridades Católicas y para construir una Casa de Formación, la cual ha permitido formar a muchos de nuestros seminaristas que asisten en la universidad aquí mismo en casa.
Recientemente acondicionamos un edificio en la parroquia del Buen Consejo en Little Rock para servir como un Anexo de nuestra Casa de Formación, en el cual otros y yo residimos ahora. Esto se pagó en parte por la venta de la residencia del obispo anterior.
Y gracias a Dios, tendré el privilegio de ordenar a 13 nuevos sacerdotes en los próximos dos años, aparte de los cinco que ordenamos el año pasado.
Nuestro próximo proyecto que será financiado por CASA será la remodelación completa del Edificio Fletcher en nuestro Centro Diocesano San Juan con un costo aproximado de $2.5 millones. Este edificio ofrece alojamiento para muchos retiros de jóvenes y adultos.
Muchos de nuestros jóvenes han tenido un encuentro con Cristo por primera vez en sus vidas allí a través de programas como Búsqueda.
Cualquiera de ustedes que ha utilizado este centro de retiros entiende la necesidad de una remodelación drástica para este edificio de 50 años. Si deciden responder “sí” a ser la Sal y la Luz, ustedes serán parte de este ministerio de retiros lo cual ayudará a que otros se conviertan en la Sal y la Luz también. Así que les pido que hagan una inversión de fe.
Puede encontrarse en la edición del periódico Arkansas Catholic de esta semana, una descripción de las muchas maneras en que se utilizan sus donaciones a CASA para construir la Iglesia en Arkansas. Si aún no están suscritos, por favor háganlo. Se les proporcionarán sobres de subscripción, junto con su tarjeta de promesa de CASA, para que puedan completarlos durante esta Misa.
En nuestra diócesis les pedimos que den 1 por ciento de su ingreso bruto a esta campaña de CASA. Por ejemplo, si ganan $50,000 al año, comprométanse a donar $50 por mes durante los próximos 10 meses y eso sería el 1 por ciento.
Si todos participamos, mejoraremos las vidas de muchas personas en el futuro. ¡Gracias por su generosidad en el pasado y gracias de antemano por su respuesta aún más generosa este año!
Esta es una manera en la que pueden ser la Sal de la tierra y la Luz del mundo en Arkansas hoy. Por favor acompáñenme a hacer de CASA y de este año, una bendición en la que compartamos todos.