5º Domingo de Cuaresma del Año C

Publicado: March 13, 2016

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la parroquia de San Juan de Hot Springs el sábado 12 de marzo de 2016, y durante la Misa de clausura del Primer Congreso Católico de la Escuela de Evangelización San Andrés en el Conway Expo Center el domingo 13 de marzo de 2016.


Obispo Taylor

Estoy seguro de que han escuchado el dicho: “Haz lo que te dicte tu consciencia”. La consciencia es esa voz interna que nos insta a hacer lo que es correcto y hace que sintamos vergüenza cuando hacemos algo malo. Y estamos convencidos de que si seguimos esa voz, nos conducirá hacia donde debemos ir.

Pero eso no es necesariamente cierto. Podemos tomar malas decisiones con una consciencia tranquila. Tal como un reloj, nuestra consciencia algunas veces puede desalinearse y darnos información equivocada. Así que cada uno de nosotros debemos revisar nuestra consciencia regularmente y cuando sea necesario, debemos hacer correcciones.

El Evangelio de hoy habla sobre algunos hombres cuyas consciencias necesitan algunos serios ajustes. Ellos dijeron que querían la opinión de Jesús en cuanto a cómo tratar a una mujer que fue sorprendida en adulterio. Pero su objetivo verdadero era enredar a Jesús en la controversia. Así que aunque ellos tal vez actuaron con una consciencia tranquila, ellos no estaban actuando de buena fe.

Lo que necesita nuestro mundo son más personas que no sólo tengan una consciencia tranquila, sino también sabia, compasiva, comprensiva y bondadosa. La Cuaresma es un tiempo para revisar nuestra consciencia.

¿Qué me dicen sobre nosotros? La Cuaresma es un tiempo para revisar nuestra consciencia—especialmente considerando todos los asuntos controversiales en la arena pública. Para asegurarnos de no tomar malas decisiones, incluso con una consciencia tranquila supuestamente.

Primero — ¿Está tu consciencia y la mía en el lado correcto de los asuntos verdaderos? A menudo cuando hay un conflicto, las personas en ambos lados están convencidas de la rectitud de su postura y pueden incluso hacer lo que para ellos es un buen caso en cuanto a su postura. Podemos crear una lista larga: pro-vida o pro-opción, reforma de inmigración o construir un muro, pero ya que el Papa Francisco ha hecho un llamado para prohibir la Pena de Muerte y esto es un asunto actual en Arkansas, usemos eso como un ejemplo.

Un lado puede argumentar apasionadamente que si tomas una vida mereces perder tu vida e incluso pueden citar versículos de la Biblia en cuanto a esto. La Iglesia Católica enseña, sin embargo, que la Pena de Muerte es moral sólo en casos donde el público no puede ser protegido de daños futuros de ninguna otra manera … y así que ya que nosotros contamos con prisiones seguras, el uso de la Pena de Muerte en nuestra sociedad es inmoral.

Entonces ¿cómo podemos saber cuál es la manera correcta para abordar esto? ¿La manera de muchos estadounidenses o aquella de la Iglesia Católica?  Aplicar la Regla de Oro es un primer paso para ayudarnos a decidir la rectitud o lo equivocado de un asunto: ¿Recuerdan cuando el Papa Francisco hizo referencia a esto cuando se dirigió al Congreso con respecto a la inmigración?

“Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti”. Así que pónganse en el lugar de los demás. Muchos presos encuentran la religión en la cárcel e indudablemente es cierto que ellos cambian al transcurrir el tiempo — hasta el punto de que el hombre a quien ejecutamos es diferente al hombre que cometió el crimen.

Otra cosa que puede ayudarnos a decidir la rectitud o lo equivocado de un asunto es preguntarnos “¿Qué haría Jesús?” ¿Ustedes piensan que el hombre que salvó la vida de la mujer que estaba a punto de ser ejecutada por adulterio podría inyectar letalmente a un hombre en el corredor de la muerte?  Estas dos pruebas nos ayudarán a ajustar nuestra consciencia hasta el punto de comenzar a ver el panorama más amplio. La Regla de Oro y Qué haría Jesús.

Segundo — ¿Estamos manteniendo nuestra consciencia cálida y amigable? ¿Somos corteses y civiles cuando tratamos con personas — incluyendo aquellas con quienes estamos en desacuerdo? Jesús era fuerte, pero también era cálido y bondadoso. A él le importaba la Ley, pero le importaban más las personas. Él sabía que la Ley estaba hecha para el hombre, no el hombre para la Ley.

Así que mientras él ciertamente no estaba de acuerdo con el adulterio, él buscó redimir en lugar de condenar. Su corazón se compadeció de la mujer que estaba frente a él, humillada totalmente. Su primera respuesta fue confundir y dispersar a sus acusadores. Habiendo hecho esto, él se dirigió a la mujer con estas palabras: “Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar”.

Lo que necesita nuestro mundo son más personas que no sólo tengan una consciencia tranquila, sino también sabia, compasiva, comprensiva y bondadosa. La Cuaresma es un tiempo para revisar nuestra consciencia.

¿Estamos del lado correcto de los asuntos, siguiendo la Regla de Oro, tratando de hacer lo que Jesús haría? ¿Nos preocupamos por asuntos que realmente importan y lo hacemos de una manera que sea misericordiosa y bondadosa? Si no fuese así, dediquemos el resto de esta Cuaresma para hacer las correcciones necesarias.