Misa de Retiro Vengan y Vean de 2017

Publicado: December 30, 2017

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en el Centro San José de Arkansas de North Little Rock el sábado, 30 de diciembre de 2017.


Obispo Taylor

Hemos llegado ahora a la Misa de clausura de este retiro de discernimiento vocacional y se me hace muy interesante — y muy apropiado — que nuestra primera lectura para esta Misa, tomada de la Primera Carta de San Juan, concluya con estas palabras: “el que hace la voluntad de Dios tiene vida eterna”. Y de eso se trata de discernir y luego hacer la voluntad de Dios.

En esta lectura San Juan es muy claro al decir que hay una lucha en este mundo entre la luz y las tinieblas, entre el Reino de Dios y el reino de este mundo, entre amar a Dios y todo lo que él representa y amar al mundo y las cosas del mundo. Y aquí Juan tiene mucho qué decir.

Primero él expresa cuán orgulloso está de aquellos que se dedican a hacer la voluntad de Dios en sus vidas. Ellos han sido liberados de sus pecados y ahora al cooperar con la gracia de Dios, ellos han llegado a conocer el poder de Dios en sus propias vidas y por lo tanto, hasta cierto punto han “vencido al demonio”.

Segundo, él les advierte que la batalla es continua y que ellos tienen que permanecer vigilantes porque es tan fácil desviarse del camino. Hay tres áreas de tentación con las que todos batallamos: el mundo, la carne y el demonio.

De hecho él enfatiza esto, diciendo: “Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al demonio”. Ciertamente, lo que él quiere decir es que aunque ellos aún tienen que luchar contra el pecado y la tentación, ellos ya comparten la victoria de Jesús sobre el demonio.

Segundo, él les advierte que la batalla es continua y que ellos tienen que permanecer vigilantes porque es tan fácil desviarse del camino. Hay tres áreas de tentación con las que todos batallamos: el mundo, la carne y el demonio.

¿Cuáles son las cosas del mundo a las que San Juan se refiere? Todo en la buena creación de Dios a lo que somos tentados a buscar de maneras no dignas al Señor. La búsqueda de poder — ambición mundana. La acumulación de posesiones — como si éstas pudiesen llenar el vacío que sentimos dentro. ¿La aprobación de los demás? Mi mamá quería que yo fuera un médico, con una carrera prestigiosa, pero eso no era lo que Dios quería que yo hiciera.

Es difícil poner la voluntad de Dios primero y posiblemente decepcionar los sueños que los demás tienen para nosotros … pero así como San Juan escribe: “No amen al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. Obviamente el Padre aún nos ama, pero nosotros no lo amamos lo suficiente a menos que lo pongamos primero.

¿Cuáles son las cosas de la carne a las que San Juan se refiere cuando escribe: “Porque todo lo que hay en el mundo: las pasiones desordenadas del hombre, las curiosidades malsanas y la arrogancia del dinero, no vienen del Padre, sino del mundo”?  Él se está refiriendo a la búsqueda del placer — primero que todo: “las pasiones desordenadas” que es el placer sexual como un fin en sí mismo. Esto es un gran desafío para todos nosotros.

Pero no sólo eso, también “las curiosidades malsanas y la arrogancia del dinero” que quiere decir cómo nos vestimos y cómo nos relacionamos con los demás. Nos advierte que “el mundo pasa y sus pasiones desordenadas también”. Todo lo que tenga que ver con la carne es solamente temporal y parte del poder del celibato es el testimonio que damos de lo que es eterno.

Es obvio para todos que nosotros no somos célibes porque no nos gusta la carne, ¡todo lo contrario! Somos célibes porque estamos viviendo por algo mayor que nosotros mismos y que nuestros propios deseos y por lo tanto podemos entregarnos más completamente y más generosamente a los demás.

Espero que este retiro les haya ayudado a reflexionar sobre el llamado de Dios en sus vidas y que les haya ayudado a encontrar el valor de responder “sí” si piensan que hay una posibilidad de que el Señor les pueda estar llamando al sacerdocio. Y de hecho ustedes ya saben que esta posibilidad sí existe, ¡de otra manera ni siquiera estuvieran aquí hoy!

Así que reflexionen en lo que el Señor les ha estado diciendo en lo más profundo de su propio corazón en estas últimas 24 horas, y recen sobre esto diariamente a medida que consideran sus próximos pasos.

Estas palabras de San Juan en nuestra primera lectura se dirigen a ustedes también: “Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al demonio … Porque el mundo pasa y sus pasiones desordenadas también. Pero el que hace la voluntad de Dios tiene vida eterna”.