1ª Estación: Jesús es Condenado a Muerte

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Meditación

Por Obispo Anthony B. Taylor, Diócesis de Little Rock

Pilato, el único autorizado legalmente para ordenar ejecuciones, cede a los adversarios de Jesús y ordena la crucifixión de un hombre inocente. Sin embargo la muerte de Jesús se debe realmente al amor en vez que al odio. Jesús ofrece su vida por nosotros libremente porque es la voluntad de su Padre para nuestra salvación. Pilato, quien tiene el poder de vida o muerte sobre sus súbditos, ¡no puede tomar la vida de Jesús en contra de su voluntad! ¿Por qué? Porque su muerte se debió realmente al amor en vez que al odio. Jesús ofrece su vida por nosotros libremente, ¡por el perdón de nuestros pecados! De ahí que la cruz se convierte redentora. Nuestras cruces pueden ser redentoras también. Cuando Jesús nos invita a tomar nuestra cruz y seguirlo, no está hablando de tener una buena actitud — es decir, soportar sin quejarnos de las adversidades inevitables de la vida. Eso es sólo estoicismo. Más bien, él nos invita a abrazar libremente aquellas adversidades inevitables, pero las cuales sabemos que son la voluntad del Padre para nuestra salvación y la salvación de los demás. Como lo hizo Jesús, con amor abnegado.