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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: June 29, 2015
Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía durante una Misa de dedicación del gimnasio renovado en la Iglesia de San Pedro en Pine Bluff el lunes 29 de junio de 2015.
En el Evangelio de hoy tenemos la famosa declaración de Jesús de su intención de edificar su Iglesia sobre Pedro, el primer Papa, y de dar a Pedro y a sus sucesores la autoridad para gobernar la Iglesia: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.
Nosotros los católicos tomamos el “poder de las llaves” tan seriamente que lo representamos en la bandera del Vaticano. Una llave dorada para atar y desatar en el cielo y una llave plateada para atar y desatar en la tierra. Pero hay dos cosas más en este pasaje a las cuales quiero dirigir su atención hoy: 1.) la profesión de fe de Pedro en “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” y 2.) “los poderes del infierno” no prevalecerán sobre nosotros.
Cuando los cristianos que no aceptan al papa interpretan este pasaje, frecuentemente tratan de minimizar su referencia obvia a la persona de Pedro — obviamente porque Jesús incluso se esforzó en cambiar su nombre de Simón a Pedro (lo cual significa “roca”) para enfatizar que Pedro es la roca a la que él se refiere.
Puedo darles una lista larga de puntos de conflicto entre la enseñanza de la Iglesia y nuestra sociedad cada día más secular: asuntos pro-vida, asuntos de justicia social, ataques en los medios de comunicación y ahora matrimonio entre personas del mismo sexo.
Tratan de evadir esto diciendo que la Iglesia fue fundada en la creencia de que Jesús es “el Mesías, el Hijo de Dios vivo” y esa fe en Jesús es la roca sobre la cual está fundada su Iglesia. Y claro que esto es verdad también. Esta es una situación de tanto esto como lo otro, y no una situación de esto o lo otro. Es debido a esta fe que Jesús elige a Pedro y a sus sucesores en este cargo para gobernar la Iglesia y es debido a esta fe que Pedro y Pablo — a quien celebramos hoy también — dieron sus vidas por Cristo.
Los “poderes del infierno” no prevalecerán en contra de la Iglesia, pero la Iglesia siempre ha sido atacada constantemente por las fuerzas del mal. En nuestra primera lectura Santiago fue martirizado y Pedro fue encarcelado, pero el mal no prevaleció. La muerte de Santiago sirvió a los propósitos de Dios — dio gloria a Dios y guio a otros a la fe. Por contraste, el que Pedro permaneciera vivo también sirvió a los propósitos de Dios — así que envió a un ángel a rescatar a Pedro milagrosamente, permitiendo que Pedro continuara proclamando las Buenas Nuevas valerosamente a pesar de la oposición asesina.
En nuestra segunda lectura de hoy, San Pablo se regocija en cómo él también fue “librado de las fauces del león” y expresó su confianza para el futuro, escribiendo: “El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará sano y salvo a su Reino celestial”. Los poderes del infierno no prevalecerán.
Todo esto sigue siendo verdad hoy. ¿Es nuestra creencia en el “Mesías, el Hijo de Dios vivo” simplemente una cuestión de palabras piadosas sin impactar realmente cómo vivimos nuestras vidas? Si verdaderamente hacemos que la voluntad de Dios sea nuestra prioridad número uno, tendrá un impacto decisivo en cada decisión que tomemos — y a las fuerzas del mal no les gustará.
Eso incluye las tentaciones internas — Satanás lucha con más fuerza cuando siente que está perdiendo la batalla — y la oposición externa. A Pedro y Pablo no los persiguieron por nada. Ellos recibieron la oposición de aquellos que habían puesto interés en mantener y promover la misma condición de maldad que iba en contra del plan de Dios para el mundo. Y lo mismo es verdad hoy. Puedo darles una lista larga de puntos de conflicto entre la enseñanza de la Iglesia y nuestra sociedad cada día más secular: asuntos pro-vida, asuntos de justicia social, ataques en los medios de comunicación y ahora matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por lo cual mi segundo punto es tan importante: “los poderes del infierno” no prevalecerán en contra de nosotros. ¿Acaso no es nuestra historia de 2,000 años — lo cual ninguna Iglesia que no fue fundada por Pedro puede declarar — una prueba de eso? Hemos enfrentado tiempos difíciles una y otra vez: corrupción interna y persecución externa, pero el “Mesías, el Hijo de Dios vivo” prevalece. Y puedo afirmar por experiencia propia que no hay forma de vida más emocionante — y desafiante — que una vida vivida sirviéndole … en la Iglesia la cual funda hoy en la roca de Pedro … y en la roca de la fe de Pedro.