3er Domingo de Adviento, Año B

Publicado: December 17, 2017

Obispo Anthony B. Taylor predicada la siguiente homilía durante la Misa para la instalación del acólitos, lectores y candidatura de los seminaristas de la Diócesis de Little Rock en la Catedral de San Andrés en Little Rock el domingo 17 de diciembre de 2017.


Obispo Taylor

Como pienso que todos sabemos, en esta Misa instalaremos a Emmanuel Torres, Ben Riley, Alex Smith, Omar Galván y a Brian Cundall como lectores; a Daniel Velasco y a Joseph Friend como acólitos; y a Jon Miskin como candidato al orden sagrado.

Estas tres ceremonias marcan el progreso de nuestros primeros, segundos y tercer teólogos hacia la ordenación diaconal y sacerdotal, eventualmente.

Emmanuel, Ben, Alex, Omar y Brian: instalados formalmente como lectores, ustedes se convierten en portadores oficiales de la palabra de Dios en la liturgia y por extensión en todas aquellas áreas donde tengan la oportunidad de llevar la palabra de Dios a los demás.

Nosotros también somos “enviados por Dios” — cada uno de nosotros tenemos una misión en su plan de salvación. Y lo que se nos envía a hacer, de una u otra manera, es “dar testimonio de la luz”.

Para hacerlo fielmente, ustedes mismos necesitan abrazar la palabra de Dios plenamente, meditándola constantemente para que puedan desarrollar un amor aún más profundo de la Escritura y dar testimonio de Cristo en todo lo que digan y hagan.

Daniel y Joseph: instalados formalmente como acólitos, ustedes se convierten en ministros oficiales del altar y en ministros especiales de la santa Comunión durante la liturgia y para los enfermos. Para hacerlo fielmente, ustedes necesitan conformar su vida más plenamente a la de Jesús, permitiéndole que los forme más perfectamente a su semejanza.

Ustedes deben buscar desarrollar un amor aún más profundo de la Eucaristía e incluso una obediencia mayor al mandamiento que el Señor dio a sus Apóstoles en la Última Cena: “Ámense unos a otros como yo los he amado”.

Jon: admitido a la candidatura para el orden sagrado, reconocemos que tú has llegado al momento en tu formación en el que estás listo para expresar abiertamente, públicamente y formalmente tu deseo de responder al llamado de Dios al sacerdocio … y que nosotros como Iglesia consideramos que estás listo para hacer este compromiso.

Hemos “rogado al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” y tú has respondido con las palabras del profeta: “¡Aquí estoy: envíame!

Ayer compartimos en la ordenación sacerdotal de Nelson Rubio y ahora mismo él está celebrando su primera Misa en inglés en Hot Springs Village. Ustedes que reciben hoy los ministerios de lector, acólito, y especialmente tú que eres admitido a la candidatura no se quedan muy atrás. Y sin embargo, ¡todavía hay mucho más que aprender!

En nuestro Evangelio que leímos sobre Juan el Bautista, que fue “enviado por Dios para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz”. Y lo mismo es cierto para ustedes y para mí. Nosotros también somos “enviados por Dios” — cada uno de nosotros tenemos una misión en su plan de salvación. Y lo que se nos envía a hacer, de una u otra manera, es “dar testimonio de la luz”.

Proclamar a Jesucristo como lectores, glorificarlo en el culto como acólitos y ofrecernos nosotros mismos como candidatos, listos para hacer lo que sea que el Señor nos pida. En nuestro caso vivir una vida de amor sacrificial, sirviéndole como sacerdotes de la Diócesis de Little Rock.