Ordenación Sacerdotal para Ricardo Hobbs, Juan Guido y Roberto Cigainero

Publicado: May 17, 2014

La siguiente homilía fue predicada en la parroquia de Cristo Rey de Little Rock el sábado 17 de mayo de 2014.


Obispo Taylor

Juan, Roberto y Ricardo, en el Evangelio que eligieron para su ordenación, Jesús dice que él es el Buen Pastor y que el buen pastor da su vida por las ovejas.  En algunos minutos yo tendré el gran honor de ordenarles para tomar su lugar en el cuidado del rebaño del Señor, al cuyo llamado han respondido con amor y valentía.  Y ya saben del Evangelio que acaban de escuchar que para ser buenos pastores, deben estar dispuestos a enfrentar adversidades y aun morir por las ovejas, como él cuyo alter ego—Alter Christus—ahora somos.

Esta imagen funciona cuando hablamos del trabajo de guiar el rebaño, pero no funciona cuando hablamos del comportamiento de las ovejas.  Ya he dicho esto en otras ordenaciones, pero quisiera subrayarlo otra vez porque es muy importante: Las verdaderas ovejas, las de cuatro patas, no son muy listas y hay que pincharlas y forzarlas a continuar en el rumbo justo.  Pero las personas a quienes ustedes servirán como sacerdotes no son ovejas brutas—Dios les ha dotado con muchos dones de intelecto, muchos talentos que tú y yo no tenemos.  Y también les ha bendecido con entrega sincera a Jesucristo y a su Iglesia.  Son nuestros “colaboradores en la viña.”  Así que al iniciar su ministerio sacerdotal, les insto a venerar el pueblo que sirven…de hecho, les servirán mejor al capacitarles para contribuir sus dones, poniéndose a sus órdenes--¡y no a la inversa!  La Iglesia en Arkansas necesita a sacerdotes que guíen por medio de su ejemplo, que reverencian los dones espirituales y ministeriales de aquellos que Jesús nos manda a servir.

El Papa Francisco dice claramente en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, que nuestra Iglesia debe caracterizarse por compañerismo y no coacción, por discurso inteligente y no edictos impersonales impuestos desde arriba; y sobre todo por dar testimonio alegre a la misericordia y perdón de Jesucristo--nuestra participación en su victoria sobre el pecado y la muerte.  99% de las veces su ministerio les obligará a guiar pero no forzar; inspirar y no avergonzar; animar a las ovejas desde adentro del rebaño confiado a ti, con todas sus luchas humanas, como las cuales--así lo dice el Papa Francisco--ustedes deben oler, en lugar de regañarlas desde el aislamiento de una actitud superior y sentenciosa.  De hecho, tal vez nunca se presentará ese 1% de las veces cuando hay que regañar, si ellos saben sin sombra de duda que les aman y les reverencian y comparten sus luchas.  Eso se vuelve más fácil en la medida que reconocemos que también nosotros tenemos necesidades espirituales especiales, que también nosotros somos en algunos respectos pobres y enfermos—"Si no fuera por la gracia de Dios, ¡allí voy yo!"  

Una parte importante de su trabajo será el esfuerzo de fomentar comprensión, amor y respeto entre todos aquellos que Jesús confía a su cuidado

Aquí en Arkansas, nuestro amor se manifiesta también en la bienvenida que damos a los forasteros entre nosotros, sobre todo los inmigrantes recientes--cuyas circunstancias difíciles ustedes conocen muy bien.  Una parte importante de su trabajo será el esfuerzo de fomentar comprensión, amor y respeto entre todos aquellos que Jesús confía a su cuidado.  Nuestra diócesis es un mosaico vivo de gente muy diversa—parecido a una vidriera de muchos colores cuya hermosura verdadera brilla plenamente sólo cuando está iluminada por la luz del amor mutuo—cuando se deja que la variedad de nuestras culturas y razas resplandezca brillantemente.  Las tres parroquias donde empezarán su ministerio sacerdotal son ejemplos excelentes de esto.

El Papa Francisco dice claramente que la transformación misionera de la Iglesia empieza con un encuentro personal con la misericordia y el perdón de Jesucristo, tal como ustedes ya han experimentado, y esto ha producido en ustedes la pasión irreprimible de compartir este don con los demás--con una preocupación preferencial por los más débiles y abatidos entre nosotros.  ¡Y es para eso que ahora les ordenamos y enviamos a hacer!