26º Domingo del Tiempo Ordinario, Año A

Publicado: October 1, 2017

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía durante la Misa de desmantelamiento en la Iglesia del Santísimo Sacramento el domingo de 1º de octubre de 2017.


Obispo Taylor

La mayoría de las novelas están divididas en capítulos. Los primeros capítulos presentan a los personajes y los siguientes capítulos nos llevan a través de los giros y vueltas de la trama — algunos de los cuales pueden ser inesperados, especialmente a medida que alcanzamos el punto culminante de la historia.

¡Algunas veces la gente que menos esperamos terminan salvando el día!  Por ejemplo, en "La Lista de Schindler" el nazi que se aprovechaba de los judíos terminó por rescatar a muchos judíos — ¡y eso ni siquiera fue ficción.

Lo mismo es cierto en la vida de la Iglesia ya que todos sabemos muy bien que su parroquia inicia un nuevo capítulo en su historia parroquial. A medida que recuerdan a través de los años, pueden ver muchos giros y vueltas ya que su comunidad parroquial construyó otros dos edificios parroquiales antes de mudarse a este edificio en 1933.

¡Agradezcamos al Señor por todas las bendiciones que hemos recibido de él en este lugar y comprometámonos a continuar nuestra misión de construir el Reino de Dios en el edificio parroquial que será nuestro nuevo hogar.

Y también lo mismo es cierto en nuestras propias vidas, lo que significa que bien podrá haber algunos giros y vueltas que están por ocurrir en nuestro propio futuro y en el de su parroquia, algunos de los cuales también pueden ser muy inesperados.

En la parábola de Jesús un hombre tenía dos hijos a quienes les ordenó salir y trabajar en la viña. El primer hijo fue conflictivo y desobediente. Él se rehusó a cumplir, y ¡se lo dijo en su cara!  Yo tengo un hermano que siempre quería que las cosas se hicieran a su manera cuando era adolescente y tenía dificultad en aceptar decisiones con las que no estaba de acuerdo — como resultado su vida fue difícil, especialmente para él mismo.

Y ¡finalmente recapacitó!  Él decidió cambiar y como resultado su vida cambió totalmente … por tanto iniciando todo un nuevo — y positivo — capítulo en su vida. ¡El pecador de ayer se convierte en el santo de hoy! Ahora él es, sorprendentemente, el más acomedido y leal de todos mis hermanos y hermanas. El otro hermano en el Evangelio, desafortunadamente, hace lo opuesto.

Él había sido el chico bueno, siempre haciendo lo que le decía su padre, pero ahora su padre le pide que haga algo que él no quiere … y ¡de repente él ya no es tan buen chico!  Probablemente todos conocemos a personas que se encuentran en la misma situación — el chico bueno que se hace malo. ¡Tal vez nosotros mismos somos ese chico!

¿Qué está diciendo Jesús aquí? Bueno, en el contexto de nuestro Evangelio, los sumos sacerdotes y los ancianos — las personas respetables de aquel entonces — dicen las palabras correctas, hablan mucho de Dios, pero son incapaces de aceptar el hecho de que Dios está realizando algo inesperado y nuevo.

Ellos rechazaron a Juan el Bautista aunque Dios claramente estaba hablando a través de él y ahora ellos rechazan a Jesús.

Por otro lado, las personas que menos esperamos y que hasta ahora habían hecho todo menos que la voluntad de Dios son las que ahora recapacitan y hacen un cambio en sus vidas, por ejemplo Mateo el recaudador de impuestos y María Magdalena.

Las Buenas Nuevas son que una vez que ellos recapacitan, sus vidas dan un giro decisivo para bien y de ahora en adelante ellos son más y más fieles y obedientes a Dios. Las Buenas Nuevas son que también los adversarios de Jesús pueden cambiar sus vidas de igual manera. Pero si quieren cambiar sus vidas, es mejor que comiencen a escribir ese nuevo capítulo positivo ahora mismo mientras aún hay tiempo.

Su parroquia ahora está comenzando a escribir un nuevo capítulo en su historia parroquial. Este es un momento agridulce. Extrañaremos este edificio que ha visto tantos momentos importantes en nuestras vidas. Muchos de ustedes fueron bautizados aquí, asistieron a Misa aquí, se casaron aquí, enterraron a sus seres queridos desde aquí.

Esta mudanza ha sido programada desde hace mucho tiempo, pero como con cualquier pérdida, nunca se está realmente preparado. Pero el futuro está en las manos de Dios y él está haciendo maravillas aquí en Jonesboro.

¡Agradezcamos al Señor por todas las bendiciones que hemos recibido de él en este lugar y comprometámonos a continuar nuestra misión de construir el Reino de Dios en el edificio parroquial que será nuestro nuevo hogar!