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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: April 11, 2022
El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la parroquia de Catedral de San Andrés en Little Rock el lunes 11 de abril de 2022.
Una de las primeras cosas que tratamos de hacer al preparar una constitución para el consejo parroquial es tratar de presentar una declaración de misión. Muchas empresas en el mundo de los negocios hacen esto también.
La idea es darnos una clara idea de nuestras metas y el enfoque que tomaremos para lograr estas metas. Siempre hay el peligro de que en nuestras ocupaciones nos distraigamos por pequeñeces y olvidemos nuestros objetivos más importantes.
En el Evangelio que acaban de escuchar, Jesús toma la declaración de misión de Isaías en la primera lectura y la hace propia. Jesús ha venido para: 1.) anunciar la buena nueva a los pobres; 2.) proclamar libertad a los cautivos; 3.) dar vista a los ciegos; 4.) dar libertad a los oprimidos; y 5.) proclamar el año de gracia del Señor.
Hermanos sacerdotes, quiero que sepan lo agradecido que les estoy. ¡Debería expresar esto más a menudo! ¡Siempre estoy alabándoles cuando hablo con otros obispos! A diferencia de otras diócesis, no existen divisiones reales entre nosotros. Es obvio que se caen bien y se apoyan mutuamente, y que me apoyan en mis esfuerzos, ¡por lo que estoy muy agradecido! ¡No todos los obispos pueden decir eso!
En esta Misa del santo crisma recordamos que es para eso que el Espíritu nos ha ungido a nosotros los sacerdotes por virtud de nuestra ordenación.
1.) ¿Cómo anunciamos la buena nueva a los pobres? El Papa Francisco habla de nuestra obligación de predicar homilías bien preparadas que le den esperanza al pueblo. Una opción preferencial por los pobres y una cálida bienvenida para todos. Ayuda material y espiritual a los necesitados. Remover las barreras que privan al pueblo de fácil acceso a nosotros.
2.) ¿Cómo daremos libertad a los oprimidos? El ministerio penitenciario sin lugar a duda. También trabajando para liberar a aquellos que están esclavizados por las adicciones de cualquier tipo. Y claro, las circunstancias apremiantes que han forzado a muchos a inmigrar como refugiados y la obligación de abogar por sus derechos y ofrecerles una cálida bienvenida.
3.) ¿Cómo damos vista a los ciegos? Hay mucha oscuridad en el mundo de hoy: verdades alternativas que realmente son mentiras, gente confundida. La luz es más poderosa que las tinieblas y tenemos una verdad que la sociedad necesita escuchar. Que este año sea un año de gracia de Dios, en el que hagamos que la declaración de misión de Jesús sea también nuestra.
En esta Misa consagraré el crisma que será utilizado en la ordenación de los sacerdotes y para el sacramento de la confirmación. Bendeciré el óleo de los catecúmenos y el óleo para ungir a los enfermos. Estos óleos se bendicen y consagran en esta Misa única como signo de nuestra unión como una Iglesia y serán llevados desde aquí a todas las parroquias en Arkansas para utilizarse a lo largo del año para la celebración de los sacramentos que todos compartimos.
Los sacramentos donde estos óleos serán utilizados son momentos de encuentro personal con el Señor no solamente para nuestro propio beneficio, sino también para el propósito de la misión: enviados para hacer la obra de Dios.
Es por este motivo que esta Misa del santo crisma se enfoca tanto en 1.) la misión de Dios — liberarnos del poder del pecado y de la muerte, a través de la propia muerte y resurrección de Jesús, la cual compartimos por medio del sacramento del Bautismo; y 2.) la misión consecuente de los creyentes — fortalecidos e iluminados por el Espíritu Santo en el sacramento de la confirmación para anunciar esa salvación a los demás, y más aún por nosotros los sacerdotes que hemos sido consagrados al Señor a través de la ordenación, de ahí la renovación de nuestras promesas hoy.
Hermanos sacerdotes, quiero que sepan lo agradecido que les estoy. ¡Debería expresar esto más a menudo! ¡Siempre estoy alabándoles cuando hablo con otros obispos! A diferencia de otras diócesis, no existen divisiones reales entre nosotros.
Es obvio que se caen bien y se apoyan mutuamente, y que me apoyan en mis esfuerzos, ¡por lo que estoy muy agradecido! ¡No todos los obispos pueden decir eso! En más de 13 años nunca he tenido un sacerdote que rechace una asignación. Todo lo contrario. ¡Estamos todos juntos en esto!
Y entonces, desde esta Misa, habiendo hecho nuestra la declaración de la misión de Jesús, los enviaré a continuar “llevando buenas nuevas a los pobres … proclamando libertad a los cautivos y recuperación de la vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos, y a proclamar un año agradable al Señor!”