6º Domingo de Pascua del Año C

Publicado: May 26, 2019

El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en el Centro de los Misioneros Vicentinos Laicos de North Little Rock el domingo, 26 de mayo de 2019.


Obispo Taylor

El Evangelio de hoy viene del discurso de despedida de Jesús durante la Última Cena en el Evangelio de Juan — muy apropiado para nosotros que nos hemos reunido hoy para la despedida del Padre Toshio y el Padre Ariel. Y obviamente, los discípulos de Jesús encontraron muy preocupante su mensaje sobre su salida inesperada ... lo mismo que nosotros encontramos muy preocupante las noticias de que los Vicentinos se retirarán de Arkansas después de 35 años de servicio fiel.

Jesús tranquiliza a sus discípulos un poco diciéndoles que aunque se vaya, Dios no los abandonará. De hecho, les enviará al Espíritu Santo para acompañarles y guiarles siempre — y ese también es el mensaje del Señor a nosotros hoy. En la porción de este discurso que acaban de escuchar, Jesús dice; "El Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará ... les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho." Jesús dice aquí dos cosas muy importantes.

1.) El Espíritu Santo "les enseñará todas las cosas." Aquí nos recuerda que en los asuntos de fe, somos aprendices de por vida — y primero Dios, el Señor seguirá usando a los Misioneros Vicentinos para ayudarles a continuar a hacer precisamente eso. Jesús nos da el Espíritu Santo para conducirnos a una comprensión más y más profunda de Dios y de las verdades de la religión. Lo que significa que para el cristiano, ¡no hay excusas si tiene la mente cerrada! Si crees que ya sabes todo lo que necesitas saber de tu fe, ¡tú no sabes ni siquiera lo básico sobre el Espíritu Santo!

La verdadera paz que Jesús nos da es una paz interior que no depende de las circunstancias exteriores — incluyendo una paz interior en tiempos de transición y cambio, tal como experimentamos hoy. Es una paz no de evasión sino de esa paz que es el fruto de amor abnegado. Es una paz que nos cuesta mucho personalmente.

2.) El Espíritu Santo "les recordará todo cuanto yo" — es decir, Jesús — "les he dicho." Esto significa primero que todo que cuando investigamos con las mentes abiertas las cosas que creemos, hay siempre el peligro de equivocarnos. La verdad de la enseñanza de Jesús está clara, pero cuando tomamos el siguiente paso y sacamos conclusiones en nuestras mentes sobre lo que significa todo para nosotros, el Espíritu Santo estará allí para ayudarnos a verificar nuestras conclusiones a la luz de la palabra de Jesús y así ayudarnos a evitar caer en el error. En este caso, el error de creencias equivocadas y también el error de acciones equivocadas — es decir, pecaminosas — y esto es un peligro más inmediato para la mayoría de nosotros.

Es por eso que, sabiendo que sus discípulos le iban a traicionar, negar y abandonar, Jesús empieza a hablar de la paz. "La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden." Cuando nosotros hablamos de la paz, normalmente estamos pensando en la ausencia de conflicto, pero en la Biblia "Shalom" (la palabra hebrea por "paz") es un concepto mucho más amplio que incluye todo lo que es para nuestro bien, incluyendo nuestra salud.

Donde nosotros decimos "¿Cómo estás?" ellos dirían "¿Cómo está tu shalom?" Por eso, la cosa importante que hay que notar es que para Jesús, "la paz como la da el mundo" es una paz falsa centrada principalmente en la evitación de problemas — que pueda ser la mera cobardía, la negativa a enfrentar el mal.

La verdadera paz que Jesús nos da es una paz interior que no depende de las circunstancias exteriores — incluyendo una paz interior en tiempos de transición y cambio, tal como experimentamos hoy. Es una paz no de evasión sino de esa paz que es el fruto de amor abnegado. Es una paz que nos cuesta mucho personalmente.

Por ejemplo, hoy pensamos de todo el amor que los Padres Toshio y Ariel han invertido en su ministerio entre nosotros — en la parroquia de Santa Ana, y luego manejando a Glenwood, Arkadelphia, Jacksonville, Searcy y Benton para servir en español allá, todo su trabajo con los Misioneros Vicentinos, inaugurando este Centro Misionero Vicentino ... y luego tener que dejarlo todo atrás e ir bajo obediencia al siguiente lugar hacia donde se les asigna, encomendando el fruto de sus labores aquí a otros que sin dudas — aun si inadvertidamente — harán las cosas en una manera distinta.

Eso requiere desapego y fe que el Señor sabe lo que hace, ¡aun si a veces nosotros no. Es por eso que en el resto de este discurso, Jesús habla de su próxima lucha para obedecer la voluntad de su Padre hasta el final — el costo que él pagará para liberarnos del poder del pecado y de la muerte — culminando en su crucifixión ... y luego su vindicación final el domingo de Pascua, la paz que el mundo no puede dar ¡por excelencia!