Santo Crisma Misa de la Cena del Señor del 2014

Publicado: April 17, 2014

La siguiente homilía fue predicada en la parroquia de Catedral de San Andrés de Little Rock el jueves 17 de abril de 2014.


Obispo Taylor

Hace poco menos de un mes tuvimos nuestra Convocación sobre "Evangelii Gaudium," la exhortación apostólica reciente en la cual el Papa Francisco nos llama a una transformación misionera de la Iglesia.

Una transformación que empieza con un encuentro personal con la misericordia y el perdón de Jesucristo, un encuentro que luego produce en nosotros la pasión irreprimible a compartir con otros este don divino de misericordia y perdón divino, con una preocupación especial por los más débiles y heridos entre nosotros.

Esta transformación misionera en nosotros nos guía 1.) hacia una Iglesia que está en un estado permanente de misión y 2.) hacia estructuras de Iglesia que favorecen esa misión.

¡Estos encuentros privilegiados con Jesús que están mediados por medio de los sacramentos son el "misterio" al cual se refiere literalmente la palabra "sacramento" en latín! Pero estos encuentros sacramentales no son solamente para nuestro beneficio y consolación personal, sino para luego mandarnos en misión.

Por eso, no debe sorprendernos que estos temas se encuentren en las lecturas de esta Misa del Santo Crisma. En el Evangelio, Jesús adopta el pasaje famoso de  Isaías en nuestra Primera Lectura y lo emplea para servir como su declaración de misión personal y así también la declaración de misión para nosotros, la Iglesia, que somos el cuerpo de Cristo vivo y activo en el mundo de hoy: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido (ungido, así esta Misa del Santo Crisma) me ha ungido.

"Me ha enviado para dar la Buena Noticia (la Alegría del Evangelio, el título y enfoque de Evangelii Gaudium) la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor" (compartiendo con otros el don de la misericordia y el perdón de Dios, con una preocupación especial por los más débiles y heridos entre nosotros).

En esta Misa para preparar los óleos para esa unción de la cual Jesús nos habla — unción para dar la Buena Noticia a los pobres — nos acordamos que todos los sacramentos son momentos de encuentro personal que no son solamente para nuestro beneficio y consolación personal, sino también para luego mandarnos en misión: capacitados por el sacramento de confirmación, sanados por la Unción de los Enfermos y ordenados para servir en Sagrados Ordenes.

Es por eso que esta Misa se enfoca en dos cosas: la Obra de Dios y la Obra de los Creyentes. 1.) La Obra de Dios en la muerte y resurrección de Jesús, liberándonos del poder del pecado y la muerte, en la cual estamos iniciados por medio del Bautismo, y 2.) la Obra de los Creyentes, por la cual nos capacita el Espíritu Santo en el sacramento de confirmación.

Ya que se usa este Crisma también para la ordenación de sacerdotes, nosotros que fuimos ungidos con Crisma el día de nuestra ordenación aprovechamos de esta ocasión para renovar públicamente nuestro compromiso al ministerio sacerdotal.

Y lo que nos dará motivo para aún más Alegría del Evangelio, Jeff Hebert — quien ya ha sido un seminarista para nuestra diócesis durante casi dos años y es un miembro de esta parroquia de la Catedral — será admitido formalmente como un candidato para el sacerdocio durante esta Misa, en camino hacia la ordenación sacerdotal (primero Dios) en aproximadamente cuatro años más.

Entonces, hoy al bendecir los óleos que usamos durante el próximo año, recordamos que todos los sacramentos de la Iglesia — y no sólo los que se sirven de estos óleos — todos los sacramentos deben ser momentos de encuentro personal con la misericordia y el amor de Jesucristo, incluyendo cada vez que nos reunimos alrededor este altar para celebrar la Eucaristía.

¡Estos encuentros privilegiados con Jesús que están mediados por medio de los sacramentos son el "misterio" al cual se refiere literalmente la palabra "sacramento" en latín! Pero estos encuentros sacramentales no son solamente para nuestro beneficio y consolación personal, sino para luego mandarnos en misión.

Por eso, se nos envía desde esta Misa para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Par dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor."