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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: May 25, 2019
El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Catedral de San Andrés en Little Rock el sábado, 25 de mayo de 2019. Está basada en las siguientes lecturas: Jer 1:4-10; Sal 89; Fil 2:1-13; y Jn 10:11-18.
Jon, en el Evangelio que elegiste para tu ordenación, Jesús dice que él es el Buen Pastor y que el buen pastor da su vida por las ovejas. En algunos minutos yo tendré el gran honor de ordenarte para tomar tu lugar en el cuidado del rebaño del Señor, al cuyo llamado has respondido con amor y valentía. Y ya sabes del Evangelio que acabas de escuchar que para ser un buen pastor, debes estar dispuesto a enfrentar adversidades y aun morir por las ovejas, como él cuyo alter ego — alter Christus — ahora serás.
Esta imagen funciona cuando hablamos del trabajo de guiar el rebaño, pero no funciona cuando hablamos del comportamiento de las ovejas. Ya he dicho esto en otras ordenaciones, pero quisiera subrayarlo otra vez porque es muy importante: Las verdaderas ovejas no son muy listas y hay que pincharlas y forzarlas a continuar en el rumbo justo.
Pero las personas a quienes tú servirás no son ovejas brutas — Dios les ha dotado con muchos talentos y dones de carácter que tú y yo no tenemos. En tu historia de vocación en el sitio web diocesano, te refieres al gran testimonio que has recibido de los miembros de tu familia, todos los cuales son laicos. Describes cómo comenzaste realmente su jornada de vocación y como ella fue alimentada por el amor y la fe de tus papás y tus cinco hermanos y hermanas. Los laicos son nuestros “colaboradores en la viña.”
Nuestra diócesis es un mosaico vivo de gente muy diversa — parecido a una vidriera de muchos colores cuya hermosura verdadera brilla plenamente sólo cuando está iluminada por la luz del amor mutuo — cuando se deja que la variedad de nuestras culturas y razas resplandezca brillantemente. Y la parroquia de San Rafael donde empezarás tu ministerio sacerdotal es un ejemplo excelente de esto.
Así que al iniciar tu ministerio sacerdotal, te insto a venerar el pueblo que sirves … de hecho, les servirás mejor al capacitarles para contribuir sus dones, poniéndote a sus órdenes — ¡y no a la inversa! La Iglesia en Arkansas necesita a sacerdotes que guíen por medio de su ejemplo, que reverencian los dones espirituales y ministeriales de aquellos que Jesús nos manda a servir.
El Papa Francisco dice claramente en su exhortación apostólica "Evangelii Gaudium," que nuestra Iglesia debe caracterizarse por compañerismo y discurso inteligente y sobre todo por dar testimonio alegre a la misericordia y perdón de Jesucristo — nuestra participación en su victoria sobre el pecado y la muerte. Me inspiró la forma en que aprendiste esto muy concretamente como seminarista sirviendo en el Hospital de Niños en Dallas.
Tú escribiste: “Cuando entré en una habitación tras otra en el hospital, me di cuenta de que no podía hacer esto. Estos pacientes y sus familias no necesitaban que Jon Miskin viniera y tratara de consolarlos. No tenía nada que ofrecerles. Mi única esperanza al ministrar a esas personas en el hospital era hacerme a un lado y dejar que la luz de Cristo brille en mi corazón. Fue una verdadera lucha para mí abandonar el control. Pero eso es lo que necesitaban los pacientes. Necesitaban el amor puramente abnegado de Cristo en la cruz. Espero traer esto en cada parte de mi vida; es decir, haciéndome a un lado y permitiendo que Cristo guíe mis palabras y acciones. "
Aquí en Arkansas, nuestro amor se manifiesta no solo en el ministerio a los enfermos, sino también en la bienvenida que damos a los forasteros entre nosotros, sobre todo los inmigrantes recientes — cuyas circunstancias difíciles tú conoces muy bien. Una parte importante de tu trabajo será el esfuerzo de fomentar comprensión, amor y respeto entre todos aquellos que Jesús confía a tu cuidado y me siento inspirado por lo bien que has aprendido español con el fin de equiparte para servir bien a todos.
Nuestra diócesis es un mosaico vivo de gente muy diversa — parecido a una vidriera de muchos colores cuya hermosura verdadera brilla plenamente sólo cuando está iluminada por la luz del amor mutuo — cuando se deja que la variedad de nuestras culturas y razas resplandezca brillantemente. Y la parroquia de San Rafael donde empezarás tu ministerio sacerdotal es un ejemplo excelente de esto.
El Papa Francisco dice que la transformación misionera de la Iglesia empieza con un encuentro personal con la misericordia y el perdón de Jesucristo, lo que produce en nosotros una pasión irreprimible de compartir este don con los demás — con una preocupación preferencial por los más débiles entre nosotros. ¡Y es para eso que ahora te ordenamos y enviamos a hacer!