Ordenación Diaconal de Luke Womack

Publicado: May 19, 2016

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la parroquia de Santa María del Manantial en Hot Springs el jueves 19 de mayo de 2016.


Obispo Taylor

Lucas, hace tres años el Papa Francisco empezó su pontificado con la promulgación de "Evangelii Gaudium" ("La Alegría del Evangelio"), que seguramente has estudiado en el seminario.

En esta exhortación apostólica extraordinaria, el papa aboga una "transformación misionaria" (19) de la Iglesia y describe algunas crisis que enfrentamos en el mundo de hoy — al cual Jesús te manda a servir hoy.

El ministerio de predicación que desempeñarás como diácono es así importante que el papa dedica 50 páginas a enseñar cómo mejorar nuestras homilías — y en otros lugares habla de nuestra obligación de compartir la Buena Nueva de Jesucristo con las personas más débiles en la sociedad: "los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados" y los migrantes, para quienes exhorta "una generosa apertura." (210)

Entonces Lucas, de hoy en adelante, tú — como los demás de nosotros — tendrás la obligación de hacer todo lo que puedas para efectuar una "revolución de la ternura" (88)--¡la que es el fruto transformador del Evangelio de alegría!

Aquellos que son más necesitados y más vulnerables tienen el mayor reclamo sobre nosotros ... la misma gente a la cual Jesús se extendió con mucho amor y compasión.

En este documento, el Papa Francisco trata muchas áreas en el mundo que servirás donde una reforma es urgente, incluyendo el sistema económico que es injusto en su raíz, la familia y el matrimonio que experimentan una crisis profunda en muchos niveles, y el hecho que muchas veces la Iglesia no es suficientemente acogedora y parece demasiado preocupada con sus normas y procedimientos ... temas para otro día, ¡el documento abarca 223 páginas!

Ya que hoy es un día de ordenación, quisiera compartir contigo una serie de citaciones de este documento donde el Santo Padre habla directamente a nosotros que somos — o que pronto van a ser — clérigos. Estos pensamientos giran en torno a tres palabras: misionero, misericordioso y llenos del Espíritu.

Misionero: "No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos ... hace falta pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera." (15)

"Todos somos invitados a ... salir de la propia comodidad y atrevernos a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio." (20) "Ya no sirve una 'simple administración.' Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un 'estado permanente de misión." (25)

Misericordioso: "Cuando se asume un objetivo pastoral y un estilo misionero, que realmente llegue a todos sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se concentra en lo esencial ..." (35) y en su "núcleo fundamental lo que resplandece es la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado."  (36) Fíjate en que es la gracia de la misericordia de Dios que debe estar siempre al corazón del Evangelio que proclamamos.

Llenos del Espíritu: "Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino sobre todo con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios." (259) "Ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu." (261)

El problema más básico en la actualidad es el hecho que muchos no han experimentado el amor de Dios y su misericordia transformadora — ni siquiera muchos de nosotros que nos llamamos cristianos ... porque si hubiéramos experimentado su amor de veras, nadie podría callar nuestro deseo de compartir con otros el gran cambio que el Señor ha obrado en nuestras vidas.

Lucas, ¡ya eres una persona alegre! Hoy el Señor te envía a proclamar su Evangelio de alegría como un diácono ordenado. El Papa Francisco nos exhorta a dejar que un espíritu misionero, misericordioso y espiritual perfile en nosotros "un determinado estilo evangelizador ... en cualquier actividad que se realice. Y así, de esta manera, podamos acoger, en medio de nuestro compromiso diario, la exhortación de la Palabra de Dios: 'Alegraos siempre en el Señor. Os lo repito, ¡alegraos!'" (18—Flp 4,4).

Entonces Lucas, de hoy en adelante, tú — como los demás de nosotros — tendrás la obligación de hacer todo lo que puedas para efectuar una "revolución de la ternura" (88)--¡la que es el fruto transformador del Evangelio de alegría!