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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: April 30, 2018
Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Iglesia de San Eduardo de Little Rock el lunes de 30 de abril de 2018.
Hoy es la fiesta de San Pio V, el Papa que implementó las reformas del Concilio de Trento, y de este modo guió a la Iglesia a través de la mayor crisis en nuestra historia, y por lo tanto proporcionó así una base sólida para el futuro del crecimiento de la Iglesia.
Como podrán recordar, los años 1500 fue un tiempo de gran confusión. La Iglesia iba por un camino que ya no era sostenible, la Reforma Protestante estaba dividiendo la Iglesia por la mitad y aún había gran resistencia a los cambios que obviamente se necesitaban hacer, y Pio V fue el hombre indicado para hacer el trabajo.
Él limpió la confusión doctrinal al emitir el Catecismo Romano. Él limpió la confusión litúrgica al emitir el Misal Romano y el Breviario Romano. Él puso en orden las finanzas de la Iglesia y restauró la esperanza en una Iglesia que había sufrido muchas pérdidas.
Pero como con la Iglesia en el tiempo del Concilio de Trento, hay cambios que podemos hacer que harán una gran diferencia y pondrán a nuestra escuela en una base sólida nuevamente. Y así como en aquellos tiempos, si hacemos los sacrificios necesarios y no caemos en el temor, nos esperará un futuro brillante para nosotros y para las futuras generaciones aquí en San Eduardo.
Nuevamente las personas pudieron ver que si hacían los sacrificios necesarios y no caían en el temor, les esperaba un futuro brillante para ellos y para futuras generaciones. Y una vez más la Iglesia comenzó a crecer.
El Evangelio de hoy tiene un mensaje similar para nosotros. Jesús dice que la manera en que mostramos nuestro amor por Dios es poniendo nuestra confianza en él y haciendo lo que él pide de nosotros. “El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama”.
Y si amamos a Jesús de este modo, sentiremos el amor de Dios nosotros mismos: “Al que me ama a mí, lo amará mi Padre”. Y luego nos promete enviarnos “el Paráclito, el Espíritu Santo” quien nos enseñará todas las cosas.
Después de esta Misa tendremos una reunión para ver el estatus actual de su escuela parroquial, y pienso que es providencial que la Iglesia sostenga para nuestra inspiración el ejemplo de San Pio V. Nuestra escuela está atravesando por una mala racha económicamente ahora mismo — claro, nada comparado con lo que Pio V tuvo que enfrentar — pero sí una crisis desde luego.
Pero como con la Iglesia en el tiempo del Concilio de Trento, hay cambios que podemos hacer que harán una gran diferencia y pondrán a nuestra escuela en una base sólida nuevamente. Y así como en aquellos tiempos, si hacemos los sacrificios necesarios y no caemos en el temor, nos esperará un futuro brillante para nosotros y para las futuras generaciones aquí en San Eduardo.
Así que mantengan todo esto en oración y preséntenselo a Dios quien nos ama tanto que sacrificó a su único Hijo para salvarnos — “¿no nos concederá con él toda clase de favores?” Y “el Paráclito, el Espíritu Santo” quien nos enseñará todo si tan sólo abrimos nuestros corazones a las nuevas posibilidades que él nos presenta.