Cenizas recuerdan dependencia de Dios

Publicado: February 24, 2025

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"Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás." (Génesis 3,19)

El Miércoles de Ceniza, uno de los días más populares e importantes en el año litúrgico, da inicio al tiempo de Cuaresma y hacia “la victoria de la Pascua”. Este año, el Miércoles de Ceniza cae el 5 de marzo. Aunque no es un día de precepto, es un día de ayuno y abstinencia. | Ver Normas de Ayuno y Abstinencia.

En este día, los católicos son marcados con cenizas, en la forma de una cruz, sobre sus frentes durante Misas especiales en todo el mundo. ¿Por qué? "La oración que se ofrece cuando se imponen las cenizas responde esta pregunta: Las palabras son un recordatorio de nuestros orígenes: ‘Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás’. Las cenizas y toda la temporada de Cuaresma son un tiempo para enfocarnos nuevamente en nuestra relación con Dios y esa relación comienza con una dependencia en Dios para nuestra propia existencia.

“Entramos hoy en una larga campaña de la guerra de la que hablan los Apóstoles: cuarenta días de batalla, cuarenta días de penitencia. No nos acobardaremos si nuestra alma está convencida de que es necesario luchar y hacer penitencia. Escuchemos la elocuencia del rito solemne que abre nuestra Cuaresma. Vayamos adonde nos conduce nuestra Madre, es decir, al lugar de la caída.” — Siervo de Dios, Abad Dom Gueranger, OSB, “El Año Litúrgico: Septuagésima”, 1909

“Recordar que solamente con el aliento de Dios podemos tener vida es motivación para poner en orden cualquier parte de nuestra vida que lo necesite. Así como Dios sopló el aliento de vida en el polvo al principio, él puede soplar el aliento de nueva vida en aquellos que han caído en el pecado. Las cenizas son una señal de mortalidad y una señal de renovación en Cristo”, explico el Obispo Erik Pohlmeier. Aprenda más en Respuestas a Sus Preguntas sobre la Cuaresma.

"Preguntémonos: ¿Estoy convencido de que el Señor perdona mis pecados? ¿O actúo como si pudiera salvarme a mí mismo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para alcanzarla?" preguntó el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma de 2025.

El Antiguo Testamento ofrece varios ejemplos de cómo tenemos una larga tradición de utilizar las cenizas como "un signo externo de dolor, una señal de humildad, duelo, penitencia y moralidad", según Simply Catholic (en inglés). Vea Job 42,6; Daniel 9,3; Jonás 3,6 y 1ª Macabeos 3,47.

"Se imponían cenizas a los primeros catecúmenos cuando comenzaban su tiempo de preparación para el bautismo. Los pecadores confesos de esa época también eran marcados con cenizas como parte del proceso penitencial público. Otros cristianos bautizados comenzaron a pedir recibir cenizas de una manera similar a los catecúmenos y penitentes", según Simply Catholic. "A los hombres cristianos se les rociaba cenizas sobre la cabeza, mientras que a las mujeres se les usaba ceniza para trazar la cruz en la frente. ..."

"Durante el papado de San Gregorio Magno, la práctica se amplió aún más y se menciona en el Sacramentario Gregoriano del siglo VI. Alrededor del año 1000, el abad Aelfric del monasterio de Eynsham, Inglaterra, escribió: 'Leemos en los libros, tanto de la Ley antigua como de la nueva, que los hombres que se arrepentían de sus pecados se otorgaban cenizas y vestían sus cuerpos con cilicio. Ahora hagamos esto un poco al comienzo de nuestra Cuaresma, que esparcimos cenizas sobre nuestras cabezas, para indicar que debemos arrepentirnos de nuestros pecados durante la fiesta de Cuaresma' (“Aelfric’s Lives of Saints”, 1881, p. 263). Este mismo rito de distribuir cenizas el miércoles que comienza la Cuaresma fue recomendado para uso universal por el Papa Urbano II en el Sínodo de Benevento en 1091."

Como los primeros cristianos que pidieron recibir cenizas, esta práctica sigue siendo popular entre los fieles hoy. Aunque el Miércoles de Ceniza no es un día de precepto, muchas personas se preparan para recibir las cenizas cada año. ¿Por qué? El Padre Tom Gibbons, CSP, abordó esta pregunta en una columna que escribió para Busted Halo (en inglés)

“El Miércoles de Ceniza entiende que cuando solamente pensamos sobre la vida, tendemos a pensar sobre lo que queremos hacer, lo que nos gusta y lo que no nos gusta, etc. Cuando pensamos sobre la vida, tendemos a pensar sobre quién somos”, escribió. “Pero cuando también consideramos la muerte, tendemos a pensar a quién pertenecemos — que al final pertenecemos a alguien mucho, mucho mayor que nosotros mismos. ... Somos llamados a algo mayor en la manera en que servimos y amamos a Dios en la manera en que servimos y nos amamos unos a otros”.

El tiempo de Cuaresma nos ofrece la ayuda que necesitamos para recordar a quién pertenecemos. Nos ofrece la oportunidad para comenzar de nuevo. Que no importa cuánto tiempo ha transcurrido o qué hemos hecho, el Señor nos llama para acercarnos a Él. “Pero aún ahora, oráculo del Señor, vuelvan a mí de todo corazón” (Joel 2,12). Aunque la Cuaresma es sombría, no debemos tener miedo de arrepentirnos porque es el primer paso hacia la alegría y la nueva vida que ofrece el Domingo de Pascua.

El Padre Steve Grunow de Word on Fire explica (en inglés) que se necesita humildad para recibir las cenizas porque esto nos marca públicamente como pecadores. “Lo que sabemos en privado sobre nosotros mismos lo mostramos al mundo. Pero el ser pecadores no es la única verdad que revelamos. La marca de las cenizas es una señal para el mundo de que hemos recibido algo extraordinario e inmerecido del Señor Jesús. ¿Qué hemos recibido? Una palabra de perdón creativa, viva y eficaz, que si la aceptamos, nos dará a nosotros y al mundo lo que necesitamos — el don de un nuevo comienzo y la gracia inesperada de otra oportunidad”.

En el mensaje de Cuaresma de este año, el Papa Francisco nos recuerda lo que nos espera en nuestro regreso al Señor. "Caminemos juntos en esperanza, porque se nos ha dado una promesa. Que la esperanza que no defrauda (Romanos 5,5), mensaje central del jubileo, sea el centro de nuestro camino cuaresmal hacia la victoria de la Pascua. ... ¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado! Vive y reina en gloria. La muerte se ha transformado en triunfo, y la fe y la gran esperanza de los cristianos descansa en esto: ¡la resurrección de Cristo!"