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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: March 5, 2017
Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía durante el Rito de Elección para aquellos que están participando en el proceso del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA). El rito se llevó a cabo en la Iglesia del Santísimo Sacramento en Jonesboro el 2 de marzo, 2017; Iglesia de San Vicente de Paúl en Rogers el 4 de marzo, 2017; Iglesia de Cristo Rey en Little Rock el 5 de marzo, 2017; e Iglesia de San Eduardo en Texarkana el 6 de marzo, 2017. Está basada en Juan 1, 35-51.
En el Evangelio que acaban de escuchar, cinco de los futuros Apóstoles de Jesús respondieron a su llamado para seguirlo — muy apropiado para ustedes que en este Rito de Elección marcarán un paso más en su respuesta al llamado de Jesús en sus vidas.
Entre ellos se encuentran dos discípulos de Juan el Bautista, que lo dejaron al escucharlo decir que Jesús es “el Cordero de Dios”. Pero Juan el Bautista no sigue a Jesús. ¿No se les hace raro? ¿Por qué no empieza él a seguir a Jesús también — y llévale a todos sus discípulos con él?
Bueno, el entendimiento llega cuando el Señor está listo para dárnoslo. Pienso que Juan el Bautista en realidad no sabía mucho, que el Espíritu Santo puso las palabras, "Este es el Cordero de Dios" en sus labios y que estos discípulos escucharon más en las palabras de Juan que ni el mismo Juan.
En RICA ustedes han estudiado la enseñanza de Jesús y han considerado cómo aplicar esto en sus propias vidas, pero más importante es que ustedes lleguen a conocer a Jesús mismo como persona. Saben, nosotros somos salvados por a quién conocemos, no por lo que sabemos.
El Espíritu frecuentemente obra de esa manera para que cada oyente escuche la palabra especial que Dios tiene para ellos. ¿Han experimentado ustedes eso?
En RICA ustedes han estudiado la enseñanza de Jesús y han considerado cómo aplicar esto en sus propias vidas, pero más importante es que ustedes lleguen a conocer a Jesús mismo como persona. Saben, nosotros somos salvados por a quién conocemos, no por lo que sabemos.
Estos cinco apóstoles no comenzaron estudiando el credo. Para ellos todo comenzó con una atracción a Jesús a través de quien ellos tuvieron un encuentro personal con la misericordia de Dios, a la cual entonces ellos respondieron — momento en el cual Jesús entonces podría comenzar a formarlos con su enseñanza y ejemplo, incluyendo finalmente su muerte sacrificial.
Y así debe de ser para cada uno de nosotros. Jesús nos invita a una relación personal con él, a través de la cual sentiremos la misericordia de Dios. Pero para oír ese llamado, primero debemos escuchar, lo cual es el fruto de la oración y puede tomar algo de tiempo.
Mi gran esperanza es que cada uno de ustedes pueda conocer a Jesús muy bien y entonces habiendo escuchado su voz, puedan responderle más y más con obediencia, generosidad y valentía. De hecho, ¡ese es el llamado que los ha traído aquí hoy.