Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe 2019

Publicado: December 12, 2019

El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Iglesia de Sta. María en Helena el miércoles, 11 de diciembre, 2019 y la Iglesia de San Lucas en Warren el jueves, 12 de diciembre, 2019.


Obispo Taylor

La conquista española fue muy mala para los indígenas en México. Antes de 1521, el pueblo ciertamente tenía sus problemas, pero también tenía esperanzas y sueños. Algunos incluso esperaban con gusto el regreso de Quetzalcóatl, quien en la mitología Azteca se suponía que regresaría para establecer una nueva era … hacer grandioso a México otra vez, por decirlo así.

Así que cuando Cortés arribó en la costa de México en 1519, esto fue el mayor temor de Moctezuma …que se aproximaban cambios que serían muy malos para él. Pero la llegada de Cortés tuvo el efecto contrario en algunas de las personas comunes, especialmente entre los pobres y aquellos que pertenecían a tribus que los aztecas habían conquistado.

De hecho, incluso entre muchos aztecas ordinarios la situación actual no era popular — todos los sacrificios sangrientos y los altos impuestos para apoyar sus guerras interminables. Así es como un pequeño grupo de españoles crueles pudo conquistar el mayor imperio que existió en el Nuevo Mundo en aquel entonces. A medida que Cortés avanzaba desde la costa, él utilizó todas las tácticas disponibles: hizo promesas, forjó alianzas improbables y explotó las divisiones existentes dentro de la sociedad.

Diez años después de la conquista española, Jesús intervino. Él envió a su madre para asegurarle al mismo pueblo que está más cerca de su corazón — los pobres, los débiles y los vulnerables — que no está solo.

También alimentó al pueblo con mentiras, y cuando el pueblo de dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, fue demasiado tarde. Ahora tenían a gobernantes con hambre de poder y con hambre de oro — de hecho, los aztecas dijeron que los españoles adoraban el oro — e incluso eran más explotadores que Moctezuma. Y lo peor de todo, es que los europeos trajeron la peste bubónica que destruyó a la población.

México vio un descenso de 90 por ciento en la población durante el primer siglo que gobernaron los españoles, debido en su mayoría a la enfermedad, pero también a la mano de obra forzada y a la extrema pobreza. Estos fueron días oscuros verdaderamente. Muchas personas perdieron la esperanza. Se sintieron abandonados y el único futuro que podían ver era realmente deprimente.

Pero ellos no estaban solos. Diez años después de la conquista española, Jesús intervino. Él envió a su madre para asegurarle al mismo pueblo que está más cerca de su corazón — los pobres, los débiles y los vulnerables — que no está solo.

Tenemos una madre que habla nuestro idioma y que comparte nuestras preocupaciones, una madre que está con nosotros en cada paso del camino, una madre que nos ama y que nos da esperanza, una madre que siente lo que sentimos, una madre cuya ternura es más poderosa que cualquier adversidad que enfrentemos. Después de 1531 el pueblo de México comenzó a tener esperanza otra vez. La vida siguió siendo difícil y los españoles continuaron explotándolos, pero el pueblo ya no se sentía derrotado…porque ahora ellos tenían esperanza.

La situación política es muy mala para los inmigrantes hispanos que viven en los Estados Unidos y para los refugiados que vienen a nosotros huyendo situaciones horribles en sus países de origen. Es obvio que ya teníamos problemas aun antes de las elecciones nacionales hace cuatro años — muchos deportados también en esos años — pero sin embargo aún teníamos nuestras esperanzas y sueños. Incluso llamamos a los estudiantes DACA “soñadores”.

Y sabemos muy bien que hay personas que imaginan  que el discurso de odio anti-hispano podría de cierta manera servir para “Hacer Grandiosa a América Otra Vez” cuando está ocurriendo exactamente lo contrario. Tenemos demagogos quienes, como Cortés, fomentan odio para explotar temores y divisiones dentro de la sociedad … usando mentiras para dividir y destruir familias.

Y así como hace 500 años, muchas personas pierden la esperanza. Se sienten abandonados y el único futuro que pueden ver es realmente deprimente. Por lo cual es por eso que esta celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe es tan importante. No estamos solos. Jesús ha intervenido. Él ha enviado a su madre para asegurarnos a nosotros que estamos más cerca de su corazón — a nosotros los pobres, los débiles y los vulnerables — que no estamos solos.

Tenemos una madre que habla nuestro propio idioma y que comparte nuestras preocupaciones, una madre que está con nosotros  en cada paso del camino, una madre que nos ama y que nos da esperanza, una madre que siente lo que sentimos, una madre cuya ternura es más poderosa que cualquier adversidad que tengamos que enfrentar.