6º Domingo de Pascua del Año B

Publicado: May 10, 2015

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en Día de las Madres la Iglesia de Santa María de Ponca City, Oklahoma el domingo 10 de mayo de 2015.


Obispo Taylor

¿Cuál creen que es el mayor mandamiento en la Biblia? Hay 613 mandamientos en el Antiguo Testamento: 248 mandamientos positivos (hacer) y 365 mandamientos negativos (no hacer), de los cuales los más famosos son los Diez Mandamientos. Cuando le preguntaron a Jesús cuál era el mayor de estos 613 mandamientos, él eligió dos: Amar a Dios con todo tu corazón, mente y alma, y amar a tu prójimo como a ti mismo.

Pero estos no son los mayores mandamientos en la Biblia, sólo son los mayores mandamientos en la Ley, el Viejo Testamento. Ahora con su muerte y resurrección, Jesús nos revela un mandamiento mucho más exigente que sobrepasa incluso las mayores expresiones de amor humano … a saber: que comencemos a amar a los demás más que a nosotros mismos, no solamente como nos amamos a nosotros mismos. De esta manera nuestro amor se convierte en más que meramente humano. Se convierte en divino, un medio para que Dios pueda tocar el corazón de otra persona.

De esto habla Jesús en el Evangelio de hoy cuando él nos da el mayor mandamiento en la Biblia: “Este es mi mandamiento: que se amen como yo los he amado”. Y luego especifica que esto significa amar a los demás más de lo que nos amamos a nosotros mismos: “No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos”.

Hoy celebramos el Día de las Madres y puedo decirles que como grupo, las madres tienen más que enseñarnos sobre el amor sacrificial que casi nadie más en este planeta.

Al principio de nuestro pasaje, Jesús aclara que el amor sacrificial caracteriza no sólo la vida interna de la Santísima Trinidad, sino también el amor de Dios por nosotros: “Como el Padre me amó, así también los he amado yo”. Y luego insiste que nosotros debemos amar de la misma manera también.

En Viernes Santo Jesús nos muestra que así es precisamente como Dios nos ama: completamente, hasta la muerte. Y en Domingo de Pascua vemos la Victoria de su amor sacrificial. Destruye el poder del pecado y de la muerte. El amor sacrificial de Jesús hace esto, y cuando nos unimos a él, también el nuestro lo hace.

Hoy celebramos el Día de las Madres y puedo decirles que como grupo, las madres tienen más que enseñarnos sobre el amor sacrificial que casi nadie más en este planeta. Hay algo sobre el dar a luz que desarrolla en las mujeres una mayor capacidad para morir a sí mismas que lo que jamás hayan experimentado antes.

Nueve meses de incomodidad física, el dolor y los peligros del parto, las noches en vela, los pañales y otros líos, un bebé totalmente dependiente e indefenso por quien ella daría su propia vida para protegerlo.

Ella ama a su hijo más que a ella misma. Incluso cuando no recibe amor a cambio. Tal vez especialmente cuando no recibe amor a cambio. Ese tipo de amor, unido al de Jesús, puede no solamente soportar todas las pruebas de criar al niño, también puede soportar el que le responda y le diga “te odio” como lo hacen los adolescentes ignorantes que se creen mucho.

Y no sólo aguantarlos, sino más bien hacen de ellos personas redentoras porque al abrazar la cruz con amor sacrificial, Jesús está usándola para destruir el poder del pecado y de la muerte en su propia familia … a menudo convirtiendo finalmente al adolescente más problemático en el adulto más leal y fiel.

Y así que vemos en nuestras propias vidas y en nuestras mamás la grandeza verdadera de su mayor mandamiento en la Biblia. “Este es mi mandamiento: que se amen como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos”. ¡Amar a los demás más que amarnos a nosotros mismos: totalmente, sacrificialmente y hasta la muerte.