29º Domingo del Tiempo Ordinario, Año A

Publicado: October 17, 2020

El Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía en la Iglesia de Sta. María en Arkadelphia el sábado, 17 de octubre de 2020.


Obispo Taylor

En el Evangelio de hoy, los adversarios de Jesús intentan de meterlo en problemas pero él se rehúsa a caer en su trampa. Muchas personas se oponían a la ocupación romana de su país y por eso no pagaron los impuestos que les impusieron para explotar aún más su nación derrotada.

De ahí la trampa: ¿Rehusaría Jesús a pagar la impuesta y meterse en problemas con los Romanos o pagaría los impuestos y así descreditarse a los ojos de su pueblo? Su respuesta nos enseña mucho. Nos guste o no, los gobiernos tienen autoridad, incluyendo la autoridad de imponer impuestos: “Dar al César lo que es del César”.

Pero cuando las demandas del gobierno entran en conflicto con las de Dios, lo que Dios pide debe prevalecer: “Dar a Dios lo que es de Dios”.

Dar al César lo que es del César: Hacer su deber cívico y votar. Pero Dar a Dios lo que es de Dios en las opciones que elijan al emitir ese voto.

Esto tiene implicaciones serias para las elecciones de este año. Dar al César lo que es del César significa que como ciudadanos, debemos participar en el proceso, aun cuando ese proceso es frustrante y parece que no hay buenas opciones.

Y no haré esto más fácil para ustedes: Ningún partido político cuenta con nuestro respaldo. Ambos toman posiciones que van en contra de nuestra fe y dañan el bien común. Pero sin embargo, debemos votar.

Para ayudarnos a decidir qué hacer, los obispos de los Estados Unidos emiten para cada ciclo electoral un documento para ser Ciudadanos Fieles para ayudarnos a juzgar prudentemente cómo Dar a Dios lo que es de Dios de mejor manera ante las opciones difíciles que se nos presentan.

Esto no es sólo un asunto de oponerse a la maldad; sino que también debemos trabajar activamente para hacer el bien. Pueden descargar el documento de la Internet, pero los siete temas claves de la enseñanza social católica que debemos tomar en cuenta seriamente al decidir cómo votar, son:

1. El derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural — La Conferencia Episcopal dice que “la amenaza del aborto sigue siendo nuestra prioridad preeminente porque ataca directamente la vida misma, porque tiene lugar dentro del santuario de la familia y por la cantidad de vidas que destruye”.

Esas palabras fueron elegidas cuidadosamente: Preeminente significa que esta es nuestra prioridad #1, pero no significa necesariamente que por sí sola supere a todos los demás temas, ni significa que las urnas son el único lugar donde se puede buscar buenos resultados.

Por ejemplo, algunos verán el nombramiento de Amy Coney Barrett para la Corte Suprema como un gran paso para avanzar en esta prioridad, hasta el punto de que ahora se puede dar mayor consideración a otros temas. Otros estarán preocupados por futuras nominaciones judiciales en todos los niveles, no solo por la Corte Suprema, por lo que votarán en consecuencia.

2. El Llamado a la Familia, a la Comunidad y a la Participación — por ejemplo la santidad del matrimonio como una unión de toda la vida entre un hombre y una mujer.

3. Los Derechos y Deberes — incluyendo la libertad de seguir nuestra conciencia y el acceso a las cosas que requiere la decencia humana, incluyendo al cuidado médico universal.

4. La Opción Preferencial por los Pobres e Indefensos entre nosotros

5. La Dignidad del Trabajo y los Derechos de los Trabajadores — incluyendo el derecho a un salario justo y la necesidad de una reforma de inmigración comprensiva.

6. La Solidaridad — para trabajar por el bien común, no sólo por el propio interés particular.

7. El Cuidado por la Creación de Dios — ser buenos administradores del medio ambiente.

¡Así que ahí lo tienen. Hace falta una política renovada que se enfoque en los principios morales, la defensa de la vida, las necesidades de los vulnerables y la búsqueda del bien común. Y claro, debemos también considerar la integridad, la filosofía y el desempeño de cada candidato, y al mismo tiempo hacer un juicio prudencial con respecto a la disposición del terreno en el futuro.

Dar al César lo que es del César: Hacer su deber cívico y votar. Pero Dar a Dios lo que es de Dios en las opciones que elijan al emitir ese voto.