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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: October 4, 2018
El Papa Francisco invita a los fieles católicos de todo el mundo a rezar el rosario cada día en octubre, que es tradicionalmente conocido como el mes del rosario. (¿Por qué es octubre el mes del rosario?)
Su invitación emitida el 29 de septiembre de 2018, la fiesta de los arcángeles, explica que hacer esto nos unirá “en comunión y penitencia, como pueblo de Dios, para pedir a la Santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros”. (Lea Cómo Rezar el Rosario).
El Santo Padre se reunió a principios de septiembre con el Padre Jesuita Federic Fornos, director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, anteriormente conocida como el Apostolado de Oración, para pedirle que el rezo del rosario en octubre concluya con “la antigua invocación ‘Sub tuum praesídium’ y con la oración a San Miguel Arcángel, que protege y ayuda en la lucha contra el mal”. Lea ACI Prensa para aprender más.
El Papa Francisco explicó en su homilía del 11 de septiembre de 2018 que la oración es la única manera de vencer al “Gran Acusador” que “vaga por el mundo buscando en busca de acusaciones”. La Oficina de Prensa de la Santa Sede comunicó que “los místicos rusos y los grandes santos de todas las tradiciones aconsejaban, en momentos de turbulencia espiritual, protegerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios pronunciando la invocación ‘Sub tuum praesídium’”.
Sub tuum praesidium confugimus Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo Gloriosa et Benedicta.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh, siempre Virgen, Gloriosa y Bendita.
Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.