“El nacimiento de Jesús, en efecto, nos trae la buena noticia de que somos amados inmensamente y singularmente por Dios” — Papa Francisco, Audiencia General, Plaza de San Pedro, Roma, 18 de diciembre, 2013.

La palabra “adviento” proviene del latín “adventus” que significa venida. El tiempo de Adviento, por lo tanto, es la preparación para la venida de Jesús, primero mediante la encarnación y finalmente, su venida de nuevo en la gloria al final de los tiempos. Este año se extiende desde el 27 de noviembre hasta el 24 de diciembre.

El Adviento marca el comienzo del año litúrgico en la Iglesia católica. A diferencia que el año secular, el cual marca el paso del tiempo, el año litúrgico celebra los sagrados misterios del nacimiento, la vida, la muerte, y la resurrección de Jesús.

El color litúrgico del Adviento es el violeta o morado, excepto en el Tercer Domingo de Adviento, llamado Domingo de Gaudete, cuando se utilizan vestimentas color rosa. Así como en la Cuaresma, no se canta el Gloria durante las liturgias de Adviento, pero a diferencia de la Cuaresma, sí se canta el Aleluya.

Durante el Adviento, se nos invita a reflexionar sobre el maravillo misterio del nacimiento de Jesús al igual que a esperar con alegría y esperanza su regreso. Somos llamados a arrepentirnos de nuestros pecados, a orar y acercarnos más a Dios.

El tiempo de Navidad comienza el 25 de diciembre, el Día de Navidad y continúa hasta la festividad del Bautismo del Señor. Este año, será celebrado el 9 de enero. La palabra “Navidad” proviene del inglés medio “Christemasse”, que literalmente significa Misa de Cristo. Esta festividad conmemora el nacimiento del Mesías, Jesucristo. Él fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Al hacer esto, Dios se encarnó, haciendo posible la salvación del mundo.