María es la promesa de nuestra corona

Publicado: August 16, 2021

La Fiesta de María Reina

La Fiesta de María Reina es celebrada el 22 de agosto. Se celebra poco después de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María (15 agosto). María Reina es celebrada en el quinto misterio glorioso del rosario. "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte"(Catecismo de la Iglesia Católica, Núm.966).

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“Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”. (Apocalipsis 12,1)

En la tradición católica, la coronación de María suele ser celebrada durante el mes de María en mayo. Normalmente los niños, por lo general los que recientemente recibieron su primera comunión, llevan rosas y las colocan a los pies de una estatua de María mientras colocan una corona de rosas sobre la cabeza de María. También, hay numerosos cantos, obras de arte y oraciones que representan a María Reina.

La fiesta de la María Reina fue establecida durante el Año Universal de María por el Papa Pío XII en 1954, que siguió su declaración de que asunción de María era un dogma de fé en 1950. En su encíclica, “Ad Caeli Reginam” (“Para la Reina del Cielo”) describe la larga tradición de reconocer a María como reina.“San Juan Damasceno escribe, por lo tanto, con todo derecho: ‘Verdaderamente se convirtió en Señora de toda la creación, desde que llegó a ser Madre del Creador’; e igualmente puede afirmarse que fue el mismo arcángel Gabriel el primero que anunció con palabras celestiales la dignidad regia de María”.

Sin embargo, advirtió a los fieles de desviarse para no caer en un error,“Guárdense de las opiniones faltas de fundamento que con expresiones exageradas sobre pasan los límites de la verdad. María fue elegida, un honor dado a ella “en razón del bein infinito que es Dios”. María fue la primera en enseñarnos esto:“Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre!” (Lucas 1, 46-49).

Entonces, ¿Por qué celebramos estos eventos en la vida de María? Obispo Anthony B. Taylor responde esta pregunta en una homilía de la Asunción: "Recuerda, cada misterio de María está destinado a acercarnos a Jesús. Cada fiesta de María tiene por objetivio ayudarnos y entender mejor cómo las promesas de salvación de Jesús son verdaderas y aplicables a nosotros".

En resumen, “el rosario es una historia de éxito“, explica el Periódico Nacional Catòlico. (en Inglés) “La corona de María es la promesa de nuestra corona: Lo que seremos, María ya supremamente: una criatura exaltada y glorificada por Jesucristo para mostrar la gloria de Dios en el esplendor de sus santos. A través de ella, vemos lo increíblemente generoso que es su Hijo al compatir la gloria de un reino aún mayor con sus amigos, hijos y siervos".

Para quienes encuentran el término “reina” inquietante, saben que la manera en que la gente entiende este término hoy, es diferente de cuando comenzó a aplicarse a María. Según el Instituto Internacional de Investigaciones Marianas, “Hoy hay una renuencia notable de aplicar el título "reina" a la Santísima Virgen. Se considera que pertenece a una era pasada. Algunos consideran que trae más a la mente una mariología de privilegios que una mariología de servicio”. Cuando el título era popular, se entendía que "en María, el uso de la realeza es el servicio de compasión maternal”.

La clave en este servicio y compasión maternal está su papel de mediadora rezando en nuestro nombre. “Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo”.(Catecismo de la Iglesia Católica, Núm. 975).

Papa Pío XII concluyó en su encíclica, “Para explicar que la fiesta de María Reina fue instituida, para que todos más claramente reconozcan y con mayor cuidado honren el clemente y maternal imperio de la Madre de Dios, pueda muy bien contribuir a que se conserve, se consolide y se haga perenne la paz de los pueblos, amenazada casi cada día por acontecimientos llenos de ansiedad”.

Oremos

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,vida, dulzura y esperanza nuestra;Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra,vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro,muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.