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Diócesis Católica de Little Rock
Publicado: May 9, 2017
En la tradición católica, el mes de mayo es dedicado a María. Elegida por Dios sobre todas las mujeres, la fe y la obediencia de María prepararon el camino para la Encarnación. Su ejemplo nos enseña sobre la fe, obediencia, humildad y más que todo, cómo amar. “Si en este mundo alguna criatura amó a Dios con todo su corazón, con toda su alma, y con toda su mente, ella fue esa criatura”. — Santo Tomás de Villanueva
Al pie de la cruz, su corazón se destrozó por Jesús, sin embargo ella aceptó la voluntad de Dios no sólo para su Hijo, sino también para ella misma en su nuevo papel como madre de todos nosotros (Juan 19, 25-27). A medida que honramos a nuestras madres en la tierra este mes, honremos a nuestra Madre celestial también. Aquellos que son devotos a ella siempre son guidados por su Hijo. Ya que su sabio consejo nos dice: “Hagan lo que él les diga” (Juan 2,5).
La “Madonna del Magnificat” pintada por Botticelli Pilipepi en 1483 ilustra a María siendo coronada por dos ángeles, mientras escribe el Magnificat y sostiene a su Hijo, Jesús. El Magnificat, que en latín quiere decir “Mi alma magnifica” es también conocido como el Cántico de María, el cual es la oración de acción de gracias que María dijo después del saludo de su prima Isabel en la Visitación.
Mientras expresaba su profundo afecto por María, el Papa Francisco les dijo a los sacerdotes, religiosos y seminaristas en Nápoles en marzo de 2015 que una manera de colocar a Jesús en el centro de sus vidas es pedirle a “su Madre que nos conduce a Él. Un sacerdote, un religioso, una religiosa que no ama a la Virgen, que no reza a la Virgen, diría también que no reza el rosario... si no quiere a la Madre, la Madre no le dará al Hijo. Lea el discurso completo en la página Web del vaticano.
El Siervo de Dios, el Padre Patrick Peyton, CSC, dedicó su vida a promover el rosario en la familia. “Si las familias dedican 15 minutos al día a Nuestra Señora recitando el rosario, les aseguro que sus hogares se convertirán, por la gracia de Dios, en lugares llenos de paz”.
La “Madonna del Magnificat” (derecha) pintada por Botticelli Pilipepi en 1483 ilustra a María siendo coronada por dos ángeles, mientras escribe el Magnificat y sostiene a su Hijo, Jesús. El Magnificat, que en latín quiere decir “Mi alma magnifica” es también conocido como el Cántico de María, el cual es la oración de acción de gracias que María dijo después del saludo de su prima Isabel en la Visitación.
“Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?” Isabel proclamó (Lucas 1, 42-43). En respuesta, María humildemente glorificó a Dios alabando al que “ha hecho grandes cosas por mí” (49). María dijo que todas las generaciones la llamarían dichosa, pero no sólo por sus obras, sino por “la grandeza del Señor” (46-48).
La fiesta de la Visitación se celebra el 31 de mayo. Para aprender más sobre la Virgen María, visite ACI Prensa, donde podrá encontrar una lista de recursos y explicaciones sobre las fiestas litúrgicas Marianas, maneras para celebrar el mes de María, oraciones Marianas y más.