5º Domingo del Año B del Tiempo Ordinario

Publicado: February 8, 2015

Obispo Anthony B. Taylor predicó la siguiente homilía durante la Misa de Confirmación en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Glenwood el domingo, 8 de febrero, 2015.


Obispo Taylor

Según nuestro modo de pensar, las palabras "esclavo" y "líder" son absolutamente opuestas. En Corea del Norte la familia Kim ha esclavizado la nación por 3 generaciones — y ahora Kim Jong Un es todopoderoso y su pueblo sigue siendo víctima impotente. Celebramos aquí en los Estados Unidos el Mes del Patrimonio Negro cada febrero y recordamos cómo los siglos de esclavitud y opresión siguen siendo una carga para las generaciones de hoy.

¿Han visto la película "Selma"? ¡Se la recomiendo! Y claro que hay otras formas de esclavitud que son más personales: compulsiones que nos atan, alcoholismo y drogadicción, relaciones abusivas, pecados cometidos en el pasado que nos pesan hasta ahora — pequeños dictadores que continúan esclavizándonos. La esclavitud es una experiencia de impotencia y opresión. El liderazgo es el ejercicio de poder y libertad. La esclavitud es oscuridad, el liderazgo es luz.

Las lecturas de hoy nos hablan de la esclavitud, pero de un tipo que es diferente de la esclavitud opresiva que tanto ha lastimado el alma de nuestro país. De hecho, la Segunda Lectura de hoy habla de un tipo de esclavitud libremente abrazada que nosotros llamaríamos liderazgo de servicio: San Pablo se hizo el esclavo de todos para ganar el mayor número de gente. Y nuestro Evangelio nos habla de Jesús como uno que sirve: sanado a los enfermos, expulsando a demonios y proclamando la Buena Nueva que nos liga y nos da libertad. Jesús es un líder, pero lo hace como un siervo, y eso limita su libertad. La gente sigue persiguiéndolo con sus necesidades, esperando que les ayude y les sirva.

La esclavitud es una experiencia de impotencia y opresión. El liderazgo es el ejercicio de poder y libertad. La esclavitud es oscuridad, el liderazgo es luz.

La familia Kim lidera por esclavizar a aquellos que pretenden liderar. Jesús hace todo lo contrario. Él lidera por medio de capacitar a otros y por darles libertad. Después de liberar a la suegra de Pedro de la enfermedad que le había ligado, Jesús le capacita para ir y servir a otros.

El Papa Francisco ha designado el 2015 como el Año de la Vida Consagrada, y por eso yo pido a Dios que llame a algunos de ustedes al sacerdocio o a la vida religiosa. Y al hacerlo, yo recuerdo que los sacerdotes y religiosas fuimos llamados para ser líderes-servidores en nuestra Iglesia y en nuestra comunidad. Y en este rol de líder-servidor, ¡su párroco, el P. Josué Stengel se destaca mucho!

Y también las Misioneras Catequistas de los Pobres que les sirven con mucha generosidad. Ellos lideran no por dominar y decidirlo todo, ¡ellos son de voz suave y apacible! No vinieron a esta parroquia para imponerse, sino para liberarles ... capacitándoles y ayudándoles a orquestar los dones y el liderazgo que ustedes ofrecen. Esto no significa que los sacerdotes y religiosas debemos ser el felpudo en el cual todos limpian sus zapatos, afirmándolo todo — después de todo, ¡Jesús tuvo que expulsar algunos demonios! Pero sí significa que debemos liderar por servir y no por dominar.

Pero saben, los sacerdotes y religiosas no somos los únicos que Dios llama para ejercer liderazgo de servicio en la vida de la Iglesia. Se les llama a cada uno de ustedes, por virtud de su bautismo a servir y — en ciertos asuntos — a liderar. Vemos esto en el caso de todos los discípulos de Cristo mencionados en el Nuevo Testamento.

Pablo servía y lideraba a muchas personas en su rol de misionero y fundador de Iglesias. La suegra de Pedro tenía un rol más modesto, pero también ella servía a otros. Por eso, hoy les insto a todos ustedes a que reflexionen en los talentos y dones que tienen para ofrecer a nuestra comunidad y que se dediquen generosamente a usarlos en el servicio de todos.